Los tés e infusiones no son bebidas creadas recientemente. Al contrario, son bebidas llenas de historia, y su consumo ha sido objeto de estudio durante muchos años.

Té

A pesar de que existen diferentes variedades de té, todas ellas tienen en común el hecho de ser elaboradas a partir de las hojas de la Camellia Sinensis. Es esta planta la que, a través de procesos de oxidación/fermentación y secado de las hojas, da origen a cuatro tipos de té con aromas diferentes: el té blanco, el té verde, el té Oolong y el té negro.

Todos ellos contienen teína, una sustancia idéntica a la cafeína. Pero además de esta sustancia, la planta Camellia Sinensis posee otros componentes naturales como flavonoides, catequinas, polifenoles y vitaminas, todos ellos asociados a diversos beneficios para la salud.

 

Infusión

Todas las otras bebidas comúnmente denominadas “tés” (melisa, manzanilla y tila, entre otras) son infusiones, pero no por eso presentan menos ventajas “medicinales”.

Llamadas herbal teas (tés de hierbas) en inglés, las infusiones son elaboradas a partir de flores, hojas, raíces, semillas de plantas e incluso cáscara de fruta.

A pesar de que el té y la infusión no son lo mismo, es la mezcla de ambos lo que más a menudo podemos encontrar en el mercado, de ahí la denominación general de “té”.

Hay quien toma esta bebida a las cinco de la tarde, quien la prefiere fría y quien no prescinde de ella en las noches frías de invierno para calentar el cuerpo y el alma. Pero, ¿y para perder peso? ¿Son las infusiones adecuadas?

Además de darnos consuelo para el cuerpo y el alma en los fríos días de invierno, el té y la infusión poseen varios beneficios para la salud y el proceso de adelgazamiento:

Beneficios de los tés:

• Función antioxidante – por su contenido en polifenoles y fitoquímicos, son unos aliados excelentes en el proceso de desinflamación y poseen una acción antienvejecedora.
• Ha sido probado que el té verde particularmente promueve la quema de grasas y acelera el metabolismo (efecto termogénico), ayudando así en la pérdida de peso y masa grasa.
• Función revitalizante/energética – aunque tienen menos cafeína que el café, las variedades de té con más teína (verde, negro, Oolong) aportan energía durante un largo período de tiempo, ayudándonos a ser más productivos.

Beneficios de algunas infusiones:

• Mejoran el sistema inmunológico – la infusión de Echinacea purpurea es uno de los mejores remedios para combatir el resfriado y otras infecciones respiratorias.
• Combaten el insomnio y alivian el estrés – en concreto las infusiones de manzanilla, pasiflora, valeriana y hierba luisa tienen un efecto relajante. Se recomienda tomar una taza de infusión 30 minutos antes de dormir o justo después de cenar para controlar los síntomas del hambre nocturna.
• Mejoran los procesos digestivos – las infusiones de menta/yerbabuena y el Rooibos calman los síntomas digestivos (calambres, espasmos, dolores abdominales, etc.).
• Tienen un efecto drenante – el diente de león, la cola de caballo y la centella asiática, entre otros, son plantas que promueven la eliminación de líquidos del organismo, ya que mejoran la circulación.
• Tienen un efecto desintoxicante – la alcachofa (sí, en infusión) y el cardo mariano ayudan a mantener una función hepática adecuada.

Tanto los tés como las infusiones ayudan en el proceso de adelgazamiento, ya que:

• No tienen calorías – su consumo es recomendable para situaciones de pérdida de peso.
• Promueven la sensación de consuelo/saciedad y, consecuentemente, nos pueden ayudar a controlar el hambre por los dulces, asociada a la ansiedad.

Cuidados en su ingesta: 

Los tés derivados de la Camellia sinensis, debido a su concentración en teína, no son aconsejables para mujeres embarazadas, hipertensos, personas con ansiedad o personas con dolencias cardiovasculares, entre otros. Además, no se recomienda tomarlos por la noche, ya que su acción estimulante puede perjudicar el sueño.

No substituyen la ingesta de agua. Deben ser utilizados como un complemento.

Al tratarse de plantas con un determinado efecto y no simples bebidas, no se deben utilizar los tés para tratar enfermedades. Debes consultar a tu médico o nutricionista para que puedan analizar tu situación y aconsejarte lo más adecuado en tu caso.

En caso de duda, ponte siempre en contacto con tu médico o tu nutricionista. No todas estas bebidas están aconsejadas para la población en general, y debemos tener en cuenta las características de cada una de ellas.